Tres meses para amarte
-¿Qué vamos a hacer? -Luego comer, ahora un trato. -No he aceptado hacer ningún trato. -No es nada malo, al revés. -Explícate. -Son distintas enfermedades y situaciones, pero ha dado la casualidad que tanto a ti como a mí nos quedan tres meses de vida. Tú tienes dieciséis años y yo dieciocho, los dos somos jóvenes...