El Vecino
Cualquier cosa que nos rodease desaparecía cuando compartíamos esos momentos. Sujetó mi cintura acercándome a él sin dejar de mirarme a los ojos, sonriendo. Me ponía muy nerviosa, pero él sabía perfectamente que aquel juego de lentitud y espera hacía que yo lo deseara aún más. Le gustaba provocarme, y a mí me gustaba...