Jimin es un joven talentoso bailarín, buen estudiante, buen amigo, de buena posición económica y social y de buena apariencia. Jungkook es un huérfano, un chico problemático, bastante egoísta y frío. Jimin lleva enamorado mucho tiempo de Jungkook. Jungkook lo sabe y lo usara a su favor. Una serie de eventos los harán acercarse, aprenderán mucho del otro y de sí mismos. Jimin será destruido por Jungkook. Jungkook será salvado por Jimin. HISTORIA ORIGINAL Jungkook - Top Jimin - Bottom ***Contiene temas sensibles cómo: Traumas, desordenes alimenticios, problemas psicológicos Intentare llevarlo con mucho respeto, información y discreción, sean pacientes y comprensivos por favor.***

Después de una vida y muerte miserable, Park Jimin encuentra una segunda oportunidad reviviendo en una novela que leyó hace mucho tiempo. Tomando posesión del cuerpo de Dennis Blair, un hombre doncel irónicamente con la misma vida que él, ahora se vengara de todo aquel que lo maltrató y se aprovechó de su débil persona, por que aunque quisiera una segunda oportunidad para vivir, no significaba que dejaría de ser el asesino de sangre fría que siempre fue. Entonces, aquí es cuando entra en escena Jeon Jungkook, un vampiro aristocrático de semblante imponente que, a pesar de su condición de vampiro depredador, es un completo caballero amable y reservado del cual el Dennis original, en la novela, se enamoró. Lástima que aquel hombre ya amara a alguien más, dejando a Dennis con el corazón aún más roto y sentimientos negativos apoderándose de su alma cada vez más. Sin embargo, quien vivía en este cuerpo ahora era Jimin, y al saber del destino que le esperaba, de ninguna forma volverá a repetir los errores que lo llevarán directo a la muerte. Pero... ¿por qué en esta historia todo es tan diferente a como él lo recordaba? ¿por qué la gente parecía interesarse en él? ¿Por qué era el objeto de odio de tantas personas? Y... ¿por qué demonios Jungkook no puede dejarlo en paz? -te lo advierto, no me interesas así que mejor aléjate o te azotare -lo observó fijamente -y por favor... ¡deja de sonrojarte!