Siempre a medias
Estar enamorado es como firmar una sentencia: le entregas a esa persona el poder de destruirte. Te vuelve vulnerable. Él y yo fuimos destrozados; alguien me acabó a mí, y yo fui la ruina de él. Nuestros sueños flotaban más allá de las estrellas, pero su deseo se convirtió en un veneno que nos consumió lentamente. Era...