Y2KYANG
Dicen que hay un hilo rojo atado a tu dedo meñique.
Que se extiende por años, ciudades, vidas enteras. Que conecta tu alma con la de otra. Que no importa el tiempo, ni la distancia.
Que nunca se rompe.
Pero eso es mentira.
Mi hilo no es un lazo del destino.
Es una cuerda de ejecución.