Edén y Averno
―Quiero abrirte los ojos para llevarte conmigo ―susurraba tan despacio y gutural, que le causaba nervios en el vientre del ángel―. Si fueras un demonio, sería más fácil. Había captado sus palabras. Deseaba estar junto a el, pero en esta situación de distintos mundos era complicado y arriesgado. Podían matar a Error y...