Jungwoo era un persona muy sensible y miedoso, todo lo contrario a su secuestrador Doyoung quien era todo lo opuesto a él. Pero tal vez no sea tan malo que ambos chicos interactúen y creen un vínculo entre ellos ¿O sí? A Jungwoo no le gustaba estar cerca de Doyoung. Y Doyoung no le gustaba eso. ☞DoWoo ☞Doyoung activo. Jungwoo pasivo. ☞Mención de otros shipps. ☞Orden de la Saga Baby + 9 Capítulos + Introducción a Limitless ➜Tercera parte de la Saga Baby (Se desarrolla casi un tiempo después que Baby Don't Stop)

»Donde Ten ama el rosa. »Donde Taeyong odia el rosa. _____________ »Publicada el 21 de Septiembre, 2016 ©xtaetenct.

❝Luego de un accidente automovilístico, Donghyuck se encuentra dentro del cuerpo de Haechan, un chico que es víctima de bullying escolar. Dejando de ser una persona fácil de influenciar, él comienza a darse su lugar, pero luego se encuentra con Mark Lee, un viejo amigo del pasado que de alguna extraña manera, puede captar la «esencia» de Donghyuck en Haechan.❞ ➳ markhyuck ➳ adaptación ➳contiene lenguaje, temas y escenas explicitas 【 todos los derechos a @misxrable】

"Dos personas nunca son iguales" Historia centrada en Jaehyun, Doyoung, Taeyong & Ten

"Tienes un nuevo mensaje de «Número Desconocido»." ✉AU ✉Angst/Fluff ✉Original ✉Paper Hearts ✖ Jeon Jeongguk ✉030316 ✉290516 ✉Editado 271116 ✉#15 Fanfic 230816 ✉#7 Fanfic 201016

De nuevo me encontraba observándolo, rogando por una palabra, una mirada de aquel chico que se había robado mi corazón a primera vista, aquel chico que con una sonrisa te quitaba el aliento, aquel chico de tez blanca, ojos rasgados y cabello perfectamente arreglado. ¿Quién era él? Park Jimin, el chico más popular de todo el colegio, el capitán del equipo de básquet, el que ni en un millón de años se me acercaría, es decir, ¿Por qué de todas las chicas que tenía a sus pies se acercaría a alguien como yo? ¿Alguien normal y aburrida como yo? Era gracioso solo el imaginárselo, el saber que algún día se pararía enfrente de mí y me pediría ser su novia, ¿lo ven? Gracioso. Pero soñar no cuesta nada