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Alice, colocadora de élite con una técnica impecable, tiene 19 años, ojos azules que intimidan y un puesto fijo en el equipo femenino de Los Ángeles.
Matthew es pura potencia con tan solo 20 años: 1,92 de altura, opuesto de élite y capaz de partir la bola en dos.
Ambos están clasificados para los Nacionales, pero no se esperaban lo que vendría después.
Cuando los entrenadores James Smith y Olivia Miller anuncian la formación de un equipo mixto, la rivalidad, la química... y algo más empiezan a jugarse tanto dentro como fuera de la pista.
Porque a veces, la jugada perfecta no se entrena... se siente.