Ana es esa chica lista, tímida y que le encanta refugiarse en la magia de los libros cada vez que tiene la ocasión de realizar ese hobby que ha estado haciendo desde que era muy pequeña. Por el contrario, a Mario se le podría describir como algo similar al típico capitán del equipo de fútbol del instituto y al que todas las chicas van detrás de él. Dos jóvenes totalmente diferentes, ¿no? ¿Será verdad eso que dicen de que los polos opuestos se atraen? ¿Bastará el hecho de ser diferentes lo que hará que los una? ¿O más bien será de modo que a pesar de la cercanía entre ellos, las palabras pueden hacer que se queden tan lejos que nunca se encuentren, como líneas paralelas?