no-persona
Una historia puede recorrer las entrañas de la tierra, y contaminarla.
Esta es la de un niño que escuchaba a los árboles, de un suicidio y de un ombú moribundo.
Los árboles no tienen rencores, tampoco secretos, ni pesadillas. Porque los deseos de venganza pueden llegar hasta sus raíces, y de ahí, ya nada los detiene.
Portada hecha por @dramathyst