Daniel Laurents un chico de 15 años que conoce a las dos chicas mas locas, exasperantes y fujoshis de todo el planeta, acompaña a Daniel a Lucy y a July en su divertida historia, las chicas tienen mas que marcada la meta de hacer a su mejor amigo gay, no importa lo que cueste y Daniel solo tiene la meta de que no lo vuelvan loco. ¿Las chicas ganaran? ¿O Dany caerá en el laberinto del amor? ¡Si quieres una historia que te haga reír, enojarte, identificarte, enojarte y buscar quemar casas, bueno! ¡Tienes que leer ¡DOS FUJOSHIS ME VOLVIERON GAY! Una historia que asegura momentos épicos desde el principio hasta su final. ∞≈∞≈∞≈∞≈∞≈∞≈∞≈∞≈∞ ATENCIÓN: *Si no te agrada el género Boyxboy o yaoi, favor de no leer esta novela; ya que podría tenér escenas desagradables para este tipo de personas.

Se me abrió un mundo de posibilidades en el momento en el que mi madre me dijo que había conseguido un trabajo como vigilante de museo; pero por desgracias, mi madre ya me había hecho planes para todas esas noches en las que ella estaría fuera. Según me explicó, había contratado a un cuidador para que permaneciera conmigo por las noches e incluso que se quedara a dormir en casa sí hiciera falta. El verdadero problema surgió cuando nos vimos cara a cara; en ese momento, mi alma desvaneció completamente y cayó a mis pies. ¿Acaso sería esto el inicio de una guerra o, como mínimo, un juego de quién queda encima de quién? ¿Podría mi enemigo llegar en algún momento a ser mi amigo? E incluso ¿Algo más? [NO SE PERMITE COPIA NI ADAPTACIÓN]

Hace cinco minutos Derek permanecía con un severo tic en el ojo izquierdo, tal como lo decía el anuncio. -...Entonces, Santiago, lo dejo a tu cargo... -Sí.- Dijo sonriente el chico de cabello rubio y ojos celeste brillante. -...Y tú... -¡QUÉ NO SOY HOMOFÓBICO! -...Entonces- Dijo el chico-, toma-, y le dio un suave beso en la mejilla. -¡NO TE VUELVAS A ACERCAR A MÍ MARICÓN DE MIERDA! -...Nuevamente lo diré... -"Homofobia severa"- Interrumpió Santiago-, no te preocupes, yo me encargo. -Lo sé, lo sé...bien, Derek, las reglas ya te las sabes...bienvenido al club Conejo Rosa, te rehabilitaremos... -¡QUÉ NO SOY HOMOFÓBICO!- Repitió molesto. -Sí, sí, como digas...-dijeron sus acompañantes al unísono.