Retorcido, indecente y perverso... Alistar quiere venganza y hará lo que sea para que Amber caiga en su trampa. Lo que no sabe, es que su víctima es incluso más peligrosa que él. *** Amberly Roberts siempre ha sabido cómo pasar desapercibida y permanecer lejos del ojo de la tormenta, todo un privilegio considerando que es la sobrina de la reina de Sourmun y una de las herederas del imperio petrolero que domina la región. Pero eso está a punto de cambiar. Alistar Lane es un arquitecto reconocido proveniente de una familia acomodada, su vida gira alrededor del trabajo hasta que la noticia de la muerte de su hermana menor lo golpea con fuerza y pone su mundo de cabeza. Obsesionado con descubrir los motivos que llevaron a Tracy a la muerte, busca hacer justicia por su propia mano y sus pistas apuntan a una sola persona... El culpable debe pagar, es por eso que Alistar elabora un plan infalible. Pero la victoria de este se tambalea cuando descubre que Amberly no es la presa fácil que imaginó, sino más bien una rival muy peligrosa. ¿Víctima o victimario? ¿Justicia o venganza? La línea que los separa nunca fue más delgada.

- No me vas a perder Camila, ese es el problema, por más que me rompas el corazón, por más que me hagas trizas, nunca podría mantenerme alejado de ti, aunque eso signifique ser solo tú amigo. ¿Crees que no me muero por besarte? ¿crees que es muy fácil para mi? estaba apunto de hacerlo, pero te respeto y respeto que tienes una relación. Necesito que tú me respetes a mi. Si no sientes nada por mi necesito que me lo dejes claro. No puedo seguir amándote de esta forma por 5 años más, ya fue suficiente. Toda palabra existente en mi mente se esfumo, No creo si quiera saber cómo hablar. ¿Cómo sacar algún sonido de mi garganta? literalmente podía sentirla tapada ahora mismo. - Te doy una semana Camila. - advirtió cuando se dio cuenta de que yo no iba a hablar. Me dio la espalda caminando hacia el auto, pero antes de entrar en el se volteó.- Si en una semana no tienes claro lo que sientes, por favor, déjame ir. Entro en el dejándome sola, sintiendo esta fuerte presión en el pecho.