adiós /eremin
- ¿Ya no recuerdas aquélla promesa? Lo tomó de los hombros mientras sorbía sus mocos y sonreía con dificiltad. - Armin, déjame cumplir tu sueño. El más bajito sorbió sus mocos, sus ojos estaban rojos de tanto llorar. Se sentía tan vacío que sus ganas de llorar se habían agotado, ya no tenía ganas de nada, aquélla pro...