Esta no es una historia de amor romántico. 🌙

Maya respiraba con cuidado, no porque le doliera hacerlo sino por lo frágil que se sentía al hacerlo desde los doce años cada inhalación se sentía como una pequeña victoria. Quizás la EPOC no se veía, pero estaba allí, como una sombre de la que no se iba a deshacer jamás. Luego llegó el cáncer, un huésped cruel que llegó sin previo aviso, en menos de un año su vida se había convertido en el peor de los infiernos. Se perdió la escuela, las pijamadas, la tardes de helado con sus amigos. Perdió partes de sí misma también, pero sobrevivió. Con 15 años recuperó partes de su vida que tanto extrañaba. Junto a sus dos mejores amigas crearon una banda llamada Moonlight donde ella era la baterista, con letras que hablan del amor, la amistad y segundas oportunidades. Ahora con 17 años sigue soñando con escenarios, esos mismos que de niña imaginaba mientras perdía peso, el cabello y mientras luchaba por su vida. Tal vez ese sueño deje de ser más que fantasía en algún momento, mientras tanto seguirá luchando e intentándolo todos los días hasta su último respiro prestado. La fundación que su mamá había creado por ella cumplía cinco años y aunque aún le costaba estar rodeada de mucha gente, sabía que tenía que ir. Esa noche, Maya asistió al evento acompañada únicamente por su madre, Sara, quien estaba inmersa en saludar a sus socios, donadores y figuras importantes relacionadas con la organización. Aunque orgullosa del trabajo de su madre, se sintió fuera de lugar entre tantos adultos, la mayoría la miraban con admiración, pero también con una distancia incómoda, como si fuera una historia de superación caminando, no una chica normal. Odiaba sentirse excluida en este lugar donde todos fingian prestarle atención. Ella pensó que esa noche sería igual que el resto de eventos a los que asistía, sin embargo, todo cambió cuando conoció a Edward y Kevin. Lo que comenzó como una charla casual en medio de la fiesta, terminó

Todo empieza cuando Aisha una chica que solía ser muy alegre se tiene que mudar por la muerte de su padre. Cerca de su casa nueva suele ver por la noche a un chico que pasea por ahí escribiendo en una libreta siempre metido en sus pensamientos. ¿Podrá Aisha superar la muerte de su padre? ¿Conocerá al chico misterioso que siempre ve desde su ventana? ¿Qué escribirá el pelinegro tan concentrado?