Conociendo nuestro destino en un juego Percabeth
Todo el mundo sabe que no hay que jugar a verdad o reto pero los semidioses siguen sin darse cuenta. Y al parecer los dioses tampoco...Y si encima aparecen las moiras para torcer los hilos se arma la buena. Cuando una chica muy parecida a dos mestizos aparece, ni los semidioses ni los dioses dan crédito.