Dios si Existe Pequeñas reflexiones que no te tomarán mucho tiempo leerlas, y van a edificar tu vida.Bendiciones!!

La vida tiene una forma curiosa de ser: momentos que creíamos perdidos en el pasado pueden resurgir en cualquier instante, trayendo al presente emociones que pensábamos enterradas. Los recuerdos de aquella noche aún me persiguen como un fantasma que no me deja en paz. Un recordatorio constante de la fragilidad de la vida y de la crueldad del ser humano, carente de un amor real. Amor, una palabra conocida para muchos, pero desconocida para mí. ¿Qué es amar? Me encantaría poder describirlo, saber lo que se siente, o aunque sea, probar un poco. Y cuando creía que ya no lo recordaba, sucede: dos años después, cruzando la puerta del aula, la chispa que había existido vuelve a encenderse. Sus ojos verdes, como dos esmeraldas brillantes, penetraban lo más profundo de mi alma. Su mirada era intensa, apasionada, y yo me sentía devorada por ella. El miedo se hizo presente. ¿Seré capaz de entregarme a ese amor? ¿Será el amor más fuerte que las voces en mi mente? ¿Podré dejar el pasado atrás y continuar? ¿Aceptaré la gracia de Dios?

Desde pequeña soñé con historias de amor, pero esta es la mía. Soy Fiorela Rinaldi, tengo 17 años y soy una joven cristiana que intenta agradar a Dios en un mundo difícil. En estas páginas encontrarás pruebas, caídas, decisiones dolorosas... pero también fe, esperanza, amistades verdaderas y un amor que solo pudo venir de Él. ¿Vale la pena todo esto por seguir a Dios? Descúbrelo en este testimonio donde el amor verdadero no solo florece entre dos personas, sino que nace, crece y se fortalece en el amor más grande de todos: el de Dios. ........................... -¡Sé que me vas a dejar! ¿Quién querría estar con alguien como yo? ¡Mírame! No tengo cabello... y soy una carga para mi familia. ¡Esta maldita enfermedad me está destruyendo! -Quiero estar contigo porque te amo, ¿acaso no lo entiendes? Me importa muy poco lo que estés atravesando. Amo tu interior mucho más que cualquier apariencia. Que no tengas cabello no cambia en absoluto lo que siento por ti. Te amo porque eres mi alegría diaria, la bendición que siempre soñé tener. Te amo porque, para mí, eres perfecta.