La historia relata que en un antiguo reino, el príncipe, para tomar el puesto de rey, necesitaba a una esposa; los padres del mismo comenzaron con la búsqueda: hijas de reyes, duques, comerciantes importantes y toda chica de clase social alta. Solo había un pequeño problema, al príncipe no le interesaba ninguna de esas chicas, solo una; y era lamentablemente, la hija del panadero del rey. 💎 Todos los derechos reservados.

(LGBT+) Un joven rey se enamora de un príncipe hada al que invocó para mejorar su suerte. Ese encuentro los llevará a descubrir un secreto oscuro que los pondrá en peligro. 🍀🍀🍀 Dion es un príncipe hada que siempre ha tenido interés en el mundo de los humanos, a pesar de que estos tienen mala fama. Un día, un joven rey humano visita su bosque y pide ayuda a las hadas para realizar un ritual mágico que cambie su suerte, con la intención de derrotar a una reina invasora y a su extraña hechicera. Al escuchar el pedido, Dion cede a la curiosidad y visita el mundo de los humanos, donde comienza a sentirse atraído por el rey que lo invocó. Lo que él no sabe es que hay peligrosos enemigos al acecho de su magia, y que ese encuentro lo llevará a descubrir secretos que cambiarán el destino de todo el reino. ¿Cuáles serán las consecuencias del ritual para el reino, y para la relación entre Dion y el rey? 🍀🍀🍀 Historia autoconclusiva y registrada. Portada: Comisión realizada por Jezzartt (Instagram).

Yo lo tenía todo, o al menos eso creía. Las chicas me amaban, era popular y coquetear no era más que un juego para mí. Pero todo cambió cuando lo conocí a él, a mi apuesta. El objetivo era conquistarlo, jugar con él y luego olvidarlo. Pero en muy poco tiempo ocurrió algo, algo inesperado. En muy poco tiempo me enamoré. Me enamoré de un chico, de mi apuesta. ¿Que me sucede? ¿Como sucedió esto? ¿A caso ahora soy gay? No lo sé. Dicen que a veces los sentimientos se desarrollan más rápido de lo que imaginamos, quizás tienen razón. Mi nombre es Liam Somerc y este es mi diario. Obra registrada en safecreative. 2112180062643 No se permite la copia parcial o completa de esta obra. #1 En Homosexualidad el 11/11/20 hasta el 06/12/20 Portada cortesía de @danielaperezduverger la cual pedí en la fabulosa editorial @Cloud_Graphics Muchas gracias!! Banners y Mootboard coertesía de la editorial @CinnamonRollEditora Gracias!!

Ser parte de la realeza es algo que visto desde fuera aparenta ser un mundo idílico, lleno de diversión y lujo, pero no todo es lo que parece y menos aún cuando eres hija de Charles Ashford, rey de Deaesyn. Mi padre es un buen rey, siempre ha sido querido por el pueblo, pero siempre se deja llevar por sus ansias de poder, llegando a estar dispuesto a todo para expandir su querido territorio. Y en todo esto es donde entro yo, Catherine Ashford. Como futura heredera del trono, mi vida viene marcada por el objetivo de poder expandir el reino, ya que es mi misión como princesa y mi objetivo como futura reina. Pero la gran pregunta es: ¿Cómo expandes un reino si no es con la guerra? Muy sencillo, con alianzas. Todo esto implica que en mi próximo cumpleaños deberé escoger cual de mis pretendientes será mi futuro marido, pero aquí no importan los sentimientos, la edad, lo que yo quiera, ni nada de lo que debería importar cuando haces una elección así, aquí solo importa que pretendiente tiene un reino más grande con el que poder seguir expandiéndonos.

Los cuentos de hadas siempre tienen un final feliz. El príncipe encuentra a su princesa y la lleva en su corcel blanco a ver el amanecer por el resto de sus vidas. Pero ¿cuánto dura una vida? ¿Cien años o un día? No tuvo que luchar con dragones ni escalar la torre más alta, él encontró a su princesa en esa cama de hospital. No tenía cabello para arrojarlo por la ventana, solo una enorme sonrisa que le hacía soñar con su final feliz; pero su princesa no duró para vivir con él su «para siempre». ACLARACIÓN: Esta obra es un relato corto compuesto de frases y aforismos. No es una historia narrada por un niño. Todos los derechos reservados©

July Ross, una chica estudiosa, excelente alumna, con buenísimas calificaciones y un destacado comportamiento, siempre sobresaliendo por sus logros y méritos, pero como en todo, hay personas envidiosas que le hacen la vida imposible. Sin embargo, es una chica solitaria, tímida y sin amigas, refugiada en su mundo de libros. Josh Hamilton, un chico egocéntrico, indiferente, seductor y el peor en cuanto se trate de calificaciones, pero el primero en conquistar a las chicas. Ella es una chica ejemplar y sobresaliente. Él es un cero a la izquierda en rendimiento académico. Ella tiene un gran y noble corazón. Él pareciera que no lo tuviera. Ella vive en su mundo de fantasías y sueños. Él vive de la realidad, la cruda y fea realidad. Ella finge estar bien tras una sonrisa. Él se conforma con lo que tiene. ¿Qué tienen ambos en común? ¿Nada? ¿O quizás más de lo que creen? y... ¿Qué pasaría si July manda un mensaje a un número desconocido por puro aburrimiento? Me expreso mejor, ¿Qué ocurriría si ese mensaje es recibido por Josh? ¿Te gustaría saberlo? Pues, adelante, ¡Averígualo! Y que nadie te lo cuente. ¡Respeta las ideas de otros! Que si hoy la escritora soy yo, mañana podrías ser tú y nadie quiere que le roben sus ideas. Se original y crea las tuyas.

❝Acabo de terminar ese libro me que prestaste, y admito que solté una lágrima❞ ❝Vamos, di la verdad❞ ❝Se supone que los protagonistas no deben morir❞ Dos grandes amigos divirtiéndose en su último año escolar y, tal vez, buscando el amor. hermosísima portada por @An0therG1rl.

Sydney Rhode sabe lo que quiere y lo que no quiere. Y sabe que su prototipo de chico ideal no juega al fútbol, no va a fiestas y, mucho menos, sale con más de una chica a la vez. Su chico ideal debía ser tranquilo, tímido y estudioso. Algo a lo que un deportista, obviamente, no está acostumbrado. Oliver Red también sabe lo que quiere. Y sabe, desde el momento en que vio a Sydney, que la quería a ella. Sin embargo, debido a los pájaros en su cabeza y a su idealización de chico ideal, sabe que será una tarea difícil. ¿Logrará Oliver hacer que Sydney cambie de opinión? ¿O Sydney tendrá razón y todos los deportistas son iguales?