JADE
SAGA: DIOSES DEL TÁRTARO III Humillada, ultrajada, así se sentía. Las heridas físicas habían sanado por más graves y dolorosas que fueran, la carne cicatrizó en poco tiempo como se esperaba que sucediera pues ella era sobrenatural. Sin embargo, aquellas llagas internas estaban vivas y supurantes. Era como si después...