La pequeña Grindelwald
-Eres un imbécil-me solté de su agarre -¡¿Y que hay de el?! ¿Dirás qué el no lo es? -¡El solo hizo lo que creyó correcto! Y no tengo la culpa tus estúpidos prejuicios -El se fue... Me abandono-su voz se quebró y dejó caer una lágrima- no me dejes como el lo hizo