Kaiser_jp
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Cuando la tinta se derrama, la bestia despierta,
la luna vigila, la noche se inquieta.
Sombras susurran, la guerra se alza,
y el eco del miedo jamás se desgasta.
Los hermanos de tinta han de despertar,
pero aquellos que juraron lealtad,
traición y cadenas les habrán de dar.
Capturados y torturados, conocerán la crueldad,
y al escapar, el destino los separará.
De la pluma nacieron, gemelos malditos,
con ojos de abismo y juramentos infinitos.
Forjados en ira, vestidos de sombra,
su reino de miedo al mundo se nombra.
Los ángeles sin piedad, disfrazados de corderos,
arrastrarán a uno al infierno,
mientras el otro, errante y perdido,
huirá por la tierra, condenado al olvido.
Crecieron separados, con una maldición sin cura,
un pasado roto, teñido de tortura.
La búsqueda de la cura los volverá a unir:
uno con voluntad de oro,
otro con la fuerza de la tormenta al rugir.
La máquina ruge, el terror se desborda,
la muerte camina, la esperanza se ahoga.
Guardianes de hierro, sin alma ni dueño,
avanzan sin freno, cumplidos de sueño.
En el viaje, nuevas almas se unirán:
algunos con honor, otros por temor,
y algunos con el mismo pasado
que los hermanos de tinta han de cargar.
Dos guardianes firmes, leales hasta la tumba,
protegerán a los malditos,
enfrentando la muerte con fe profunda.
El menor, con corazón de oro y pureza en su andar,
cuidará a los rotos, aunque su cuerpo se quiebre sin cesar.
El mayor, marcado por tormentas y rencor,
buscará redención en medio del dolor.
Pero sus cuerpos cambiarán, deformados por su pasado,
sus almas temblarán, arrastradas al pecado.
¿Podrán hallar la paz que siempre soñaron?
¿O caerán en la oscuridad,
devorados por la tinta y el odio sembrado?
Cuando la tinta se derrama, la bestia avanza,
la profecía se cumple: ya no queda esperanza.
Dos hermanos de sombra, de furia y verdad,
reinarán por siempre en la eternidad.