La Ciudad Púrpura
Ivy nunca olvidaría el grito que oyó ese día salir de la garganta de su hermano. Ese día el príncipe Akon lloró en el regazo de su hermana hasta quedarse sin fuerzas, y la sanadora del palacio curó la cicatriz hasta el punto de hacerla lo menos visible posible. Pero desde ese día, bajo la fachada de un temible atentad...