Una historia que parece dulce... hasta que deja de serlo. Eva solo quería llegar a casa. No esperaba una bala. No esperaba que alguien la salvara. Y mucho menos, que ese "alguien" fuera un hombre peligroso, silencioso, con cicatrices en el alma y en la piel. Daniel no quería sentir. No debía encariñarse. Y jamás pensó que una chica de mirada limpia, torpe e inocente, pudiera entrar en su vida como un susurro... y quedarse como un grito. Ella era muy joven. Él, demasiado roto. Pero cuando el amor se mete donde no debe, el corazón ya no pregunta. Una historia que comienza con una herida... y termina con una sonrisa que nunca se olvida. [No se aceptan copias ni adaptaciones sin mi autorización]