Avellana y menta
Tras haber sido abatido en un tiroteo, Horacio despierta en el hospital de Los Santos con una amigable doctora cuidándole y su fiel compañero Gustabo. Una bala alojada en su pierna traerá un poco de complicaciones al tener que guardar reposo y estar completamente solo, ¿o tal vez una visita inesperada lo ayudará?