El club Moleko es el más prestigioso del país, un lugar donde todas las fantasías que la mente humana sea capaz de imaginar son capaces de cumplir, los deseos se viven libremente y la moral no existe. Los cinco dueños del club son los maestros en este por secciones (cada uno imparte en una sección, cuanto más baja es la sección menos sádica y perturbante es la sesión). Una joven ingresa al club con sus amigas para pasarlo bien una noche pero su mente se altera al completo al ver escenas de sumisión demasiado fuertes para su vista. Sus expresiones y reacciones llaman la atención de los dueños, la animan a probar, a experimentar... "Es más fácil negar la sumisión, que entregarse a ella" ||C O M P L E T A||

Las bromas de Leyre sobre el BDSM son cada día más continuas, Cyara llega a hartarse con el tiempo y la invita a que lo pruebe antes de decir alguna estupidez más. El club Moleko tiene sus puertas abiertas para ella y Richard Camacho no duda en ayudarla a orientarse en su nuevo mundo. Leyre descubre ese doloroso placer del que su compañera tanto habla, se deja llevar por lo que su cuerpo pide a gritos y termina en las garras de uno de los dueños del club. "Entre saber y entender, lo mejor es sentir..."

Fiammenta llevaba tiempo trabajando en el club, además de ser camarera era la sumisa de Zabdiel. En él depositaba su total confianza, ejercía mejor que nadie su roll de sumisa en aquel lugar. Entonces sucedió. Su primer error fue mezclar sus sentimientos con los perversos juegos del Maestro. El segundo fue dejarse destrozar por él. "Le di el placer de destruirme... Y vaya que lo hizo bien."

Siendo el dueño más joven del club tendría menos aguante a la hora de no caer en la tentación de algo llamado amor. Su mente dejó de cooperar cundo una joven entró al club, su forma de caminar lo incitaba a pecar. Los lujuriosos pensamientos no tardaron en llegar... "Y con solo verte mi mente comienza a idearse un sinfín de cosas para hacerte"