Sev, Moony y Canuto
Al ver al niño en esa cuna viéndolo con sus grandes ojos verdes, sólo, sin saber realmente que lo estaba, Severus no pudo hacer otra cosa que recordar a su amiga que yacía ahora a su lado. Tal vez fue la angustia del momento. Porque se encontró rato después reclamando la tutela del niño. ¿Se arrepintió? Solo un poco...