Gavin Reed es un detective arrogante, irascible y egocéntrico que ha pasado años convenciéndose de que desprecia a los androides, y más aún al modelo avanzado RK900, conocido como Nines, quien fue asignado como su nuevo compañero. Sin embargo, su desprecio comienza a resquebrajarse cuando se ven forzados a trabajar juntos en una misión encubierta que los obliga a fingir ser una pareja casada. Mientras fingen ser algo que no son, las líneas entre la farsa y la realidad empiezan a difuminarse, y ambos se encuentran atrapados en una red de mentiras que ellos mismos han tejido. Nines, con su frialdad robótica y precisión impecable, también oculta algo. Mientras que Gavin lucha por ignorar lo que su corazón le grita cada vez que está cerca del androide, aferrándose a su orgullo y sus prejuicios. A medida que la misión avanza, las tensiones aumentan, y la lucha por mantener sus emociones ocultas se convierte en un campo de batalla. Mentira tras mentira, ambos se encuentran más cerca de un colapso inevitable, donde no podrán seguir ocultando la verdad. Pero, cuando la farsa llegue a su fin, ¿podrán enfrentar lo que realmente sienten? O seguirán siendo prisioneros de su propio orgullo.

En un comienzo, hubo un extenso terreno baldío en su corazón artificial, uno gris y frío que, sin previo aviso, comenzó a tomar color con una simple mirada, se llenó de calidez con unas palabras, comenzó a germinar con una sonrisa y florecer con su suave tacto. Ese hombre de cabellos plateados y mirada de azul profundo fue el sol que le dio fuerza y pasión a sus sentimientos, la lluvia que empapó de cariño miles de sensaciones y las estrellas que le daban brillo a los colores de su jardín. Dulce, tierno, mágico. Él era su primavera.

El Detective Castellanos salió de una pesadilla sólo para meterse en otra. Después de una noche de borrachera y de reencontrarse con un viejo amigo, despertó en una elegante habitación, completamente desnudo, esposado sobre una cama y teniendo como anfitrión a un extraño chico encapuchado.