❈|Reino de Hadas|❈ »Tras la muerte del rey más venerado, simpático y codiciado, tanto por mujeres como por hombres, el asesino de herederos o Thyor 'el virgen' Agrestahm, el reino feérico fue maldecido con la debilidad y el miedo. La relación con su único aliado desfallecía mientras sus enemigos se fortalecían, y era el legado de Thyor lo que sostenía los cimientos de la corona. La élite y la legión eran el escudo del reino. A la legión cualquiera era bienvenido, pero en la élite solo los mejores guerreros y defensores eran aceptados por el mismísimo rey. Sin embargo, la élite murió, y la legión está vacía. El reino de hadas tiene una sola oportunidad para restablecer su poder e igualarse a sus enemigos: encontrar el tercer elemento. Y no será hasta que caiga el primer copo de nieve que se desatará la lucha por él, mas, ¿quién conocía el frío invierno cuando este había desaparecido hace un quindenio? »DENZER LEBRANCEL conocía el invierno, aunque nunca lo había vivido, como también conocía la muerte, aunque nunca hubiese muerto. Ella sabe el paradero del tercer elemento, solo deberá juramentar en la legión para buscarlo.

Historias corren de una serie de desapariciones que vienen ocurriendo en un pueblo apartado, más allá de las montañas en el helado norte de Trascis. Sebastien, un exorcista errante conocido por otros como 'el Peregrino', decide investigar el caso y tendrá que descubrir la verdad detrás de los incidentes, capa por capa. Una historia de fantasía oscura con elementos paranormales que toma lugar en un mundo en el que espectros, fantasmas, apariciones y toda clase de entidades sobrenaturales son ocurrencia del día a día y parte de las tradiciones y vivencias de la gente.

¿Cuáles son los límites de la libertad creativa? En el Imperio de Verhall, donde la Verdad es lo más sagrado, una joven pintora descubrirá que tiene el poder profano de cambiar el mundo a su alrededor, como si fuera uno de sus lienzos. Esto le abrirá las puertas al palacio del Jönnungr, el supremo emperador de Verhall, donde deberá probar que merece el honor retratarlo, honor que solo es concedido al mejor artista de cada generación. Pero entre más se interne en la alta nobleza, más se dará cuenta de que el Imperio no es tan luminoso como parece, y que la Verdad es mucho más sombría de lo que la pintan. Verdad y engaño, humildad y orgullo, odio y amor-nada estará fuera de la mesa con tal de cumplir su ambición.