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Todo se cura con agua salada: sudor, lágrimas o agua de mar. Ella se convirtió en su agua salada. Y luego se fue. ...El amor es caprichoso.

¿Cuántas primeras veces le puedes dar a una persona antes de que su marca se haga imborrable? Ella está dispuesta a tensar la cuerda solo para compartir esas primeras veces con él. Él habría hecho cualquier cosa que ella le pidiera. Hasta que no lo hizo más. Y esas primeras veces se convirtieron en últimas. ¿Quién se queda al final?

Martín solo quería un café. Y entonces, ella cambió su mundo. ¿Pero qué pasa cuando el amor no es suficiente para vencer todo lo que los separa? Porque su naturaleza es arte. Pero si están juntos, es sangre. --------------------- Esta historia fue reescrita y publicada bajo el nombre de Ciudad de rotos corazones, y la pueden encontrar en www.nialaqueescribe.com ¡No se queden sin su copia!

Los dos sabemos que esa noche lo cambió todo. Los dos seguimos sintiendo cada toque accidental como un reguero de lava ardiendo. Él lo sabe y yo también. La atracción entre los dos es innegable, magnética y descontrolada; y solo puedo pensar en caer en la tentación cuando lo tengo cerca. No me importa si trabajamos juntos, o si mi trabajo es básicamente saberlo todo acerca de su vida. Por otra noche con él, no me importa nada. Solo sexo duro y sucio a la vieja escuela para sacármelo del cuerpo y seguir con nuestras vidas. ¿Qué podría salir mal?