"Jamás debió haber estado en ese asesinato. Jamás debió haber captado mi atención. Porque ahora que estaba en mi mira, no la iba a soltar nunca." ------- Mortífero, oscuro y escalofriantemente aterrador, Víctor Leroux tiene solo un objetivo en mente: continuar con su misión y cumplir su ansiada venganza. Él es corrupto en apariencias. Es un monstruo con sed de venganza, capaz de controlar todo al margen de su visión. No tiene ninguna debilidad. Excepto ella. Dévora Bronté. Su nueva adicción. Su nueva obsesión. Su preciada y mortal excepción. Todo monstruo tiene una debilidad, y Dévora Bronté lo es para él. Deslumbrante, cariñosa y con un futuro prometedor, Dévora Bronté es la escritora debutante del momento. Todo es un perfecto cuento de éxito para ella. Hasta que se metió en el lugar indebido. Ahora la persiguen. La acechan. La acosan. A pesar de contratar a un guardaespaldas para terminar con las amenazas, ve su vida en el limbo del peligro. Pero en todo el proceso, los brazos de su guardaespaldas son la única protección que necesitan. Pero todo se saldrá de control cuando sepa que su guardaespaldas oculta un gran secreto... Y una oscura y profunda obsesión.

|Borrador, contiene errores ortográficos | Isabella Gibson, es la típica adolescente presumida, odiosa, orgullosa y llena de dinero, que asiste a la preparatoria de Verchis, en el estado de Vinencia. La chica de diecisiete años tiene todo lo que cualquier adolescente quisiera tener, una vida llena de lujos, tantos... Que todo parece girar alrededor de la pelirroja, cuya única importancia en esta vida, es sí misma. Pero como siempre, todos tenemos secretos en la vida que nos hacen ser lo que somos, y con Isabella no es muy distinto. Su pasado y parte del presente están repletos de recuerdos y cicatrices que no la dejan avanzar y ser alguien diferente de lo que es, pero entonces... En ese punto, cuando su vida está casi llegando al colapso y destrucción total, ella se verá envuelta por un atractivo, travieso y paciente chico mayor, quien estará dispuesto a enseñarle el arte de amar y el destino de soñar; todo aquello, será con una única y exclusiva advertencia. Él no está para juegos de adolescentes. Ian Hank, no juega y si lo hace... Él gana.