I hate you, I love you
De un día para otro, Jimin perdió todo y tuvo que tomar las riendas de su vida para salvar la casa de su madre. Jimin sabe que los alfas millonarios solo buscan omegas como él para divertirse, así que evita hacerse ilusiones con un príncipe azul. Lo único que desea es pagar la hipoteca de la casa y poner una pastele...