Nunca será igual
Al despertar la mañana después de haber llegado al podio del Gran Premio de Australia, Kira Russo supo dos cosas: Lía Montecruz lucía de lo más adorable al dormir, y aquella noche llena de champaña y festejo podían arruinar para siempre su carrera como corredora de Fórmula 1, y la amistad que consideraba inquebrantabl...