No puedo ser tu Luna
Me sentía utilizada, ¿Cómo podían esperar que yo dejase las riendas de mi futuro en manos del destino? Me negaba a aceptar mi nueva realidad. -No puedo ser tu Luna.-Dije, finalmente. Todos los presentes me miraron con cara de desaprobación. Se supone que nadie tiene derecho a rechazar lo que le marca la diosa, pero...