Las reformas siempre se convierten en una locura. Lena Campbell lo sabe, por eso, cuando su madre le propone transformar por completo su hogar, no puede evitar compadecerse de sí misma. "Ojalá esta pesadilla acabe pronto"

¿Qué pasaría si te quedaras encerrada con cuatro chicos durante la peor tormenta que se ha vivido en años? ¿Qué pasaría si esos chicos fuesen además de tu misma edad y estuvieran para comérselos? Y lo que es peor, ¿qué pasaría si esos chicos fueran los miembros de la boy-band del momento?

El sueño de Alexandra Holt se ha cumplido, es inspectora de homicidios, lo que le permite mantener su ciudad sana y salva. Tras la reciente muerte de su madre y con un caso complicado que la lleva desesperando desde hace casi tres meses entre manos, la joven debe investigar un nuevo asesinato. Pero esta vez es diferente, esta vez no está preparada para lo que se va a encontrar. Acompáñala a descubrir los detalles de este misterioso crimen, esta historia que, sin duda, le va a hacer perder los estribos, pudiendo, incluso, poner su vida en peligro.

Una chica. Cuatro chicos. Una desaparición. Un sobre lleno de fotografías. Un misterio que resolver. Una mejor amiga, una hermana y un amor platónico que encontrar. ¿Te apuntas? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Portada hecha con la colaboración de @Hopeless_2

No esperaba volver a preocuparme por nadie que no fuera yo mismo. Hasta que la encontré a ella.

ATENCIÓN: Segunda parte de "La desaparición de Mia Collins" Debo intentarlo. Si puedo ver a través del cristal de la habitación en la que estoy retenida, quizás pueda identificar a la persona que se pasa horas y horas observándome, como si fuera un animal de feria. Así que, con un movimiento rápido y decisivo, apago la luz y me coloco muy pegada a la pared, junto a la marca que había dejado hacía un par horas. Indicaba el lugar exacto en el que debía colocarme para poder ver mejor al otro lado del cristal. Entrecierro ligeramente los ojos, deseando que mi vista se adapte con rapidez a la nueva iluminación. Puedo distinguir a mi espectador sentado en una silla. De pronto se levanta, supongo que debe estar buscándome. Comete el error de acercarse al vidrio, permitiéndome conocer sus facciones. Abro la boca desmesuradamente al reconocerlo, es la última persona que habría esperado encontrarme allí.