"Mi cuñado es el papá de mi hijo"
Lissa fue a las Vegas cuando tenía 18 años e hizo la mayor estupidez del siglo de entregarle su virginidad a un desconocido y regresar con lo que sería su mayor regalo nueve meses después. Tres años más tarde esos ojos grises se aparecen en su casa con otro nombre y como el prometido de su media hermana. Es como si e...