alybloom_
Ivelle no quiso olvidar lo que pasó hace cuatro años, fue lo mejor que le había pasado.
Rowan fue el fuego que la quemó hace cuatro años en Rostock y sí estuvo encantada de tocar cada parte de él, así como la tocara a ella. Solo que no esperó verlo cuando su vida se encuentra a patas arriba y él se volvió su jefe.
Cada toque suyo es prohibido.
Intentó no tocarlo, pero él la seduce con sus besos robados. Quiere su alma, su corazón, pero Ivelle no está dispuesta a dárselo, no cuando está destrozada.