Más que una misión secundaria
Ser un mercenario no es para nada fácil. Primero que nada, tienes que pelear contra tus propios compañeros para conseguir una misión. Segundo, tienes que enfrentarte a bestias, monstruos, lluvias inclementes, caminos destrozados y calabozos llenos de alimanias. Todo para recuperar un tesoro perdido, una pócima mágica...