Cuando dos alfas se encuentran, uno es omega.
Cuando Jian Songyi nació, las pruebas genéticas mostraron que había un 100% de posibilidades de que se presentara como un alfa de primera clase. Así, pasó concienzudamente más de diez años para madurar y convertirse en un niño rico de segunda generación que podía conseguir cualquier cosa que quisiera. Era el jefe de l...