¿Has añorado con lugares donde el hombre nunca a pisado por solo sentirse el problema de toda su familia? un sitio donde ninguna mujer haya sonreído o llorado, para vivir con alguna divinidad y deseo de no sentir dolor denuevo, de no sentir que sobras en cualquier parte donde vayas. Soñando con lo que el tiempo te ha arrebatado, buscando aquel valor para tu vida, no hallar nada puede doler como buscar ser diferente y perderte por completo. Y gracias a ese aroma a café, de ese que odiabas por quitarte el poco sueño ahora se convirtió en un chico que te causa paz, que ha salido de todas esas historias de amor solo para recordarte que debes mantenerte con vida a pesar de que todo vaya mal. Donde la vida la hace sentir como un atardecer en medio del campo lleno de girasoles vivos, en los cuales no existen expectativas sino solos los dos. Sus diferencias echas una, pero sus pequeños corazones puros donde no importa nada mas que ser aquellos inestables aprendiendo amar de mil formas pero a su manera. Aprendiendo a vivir como sentir un atardecer rosado sin dolor alguno, llenando los pulmones de esperanzas.

El amor suele durar toda la vida pero no las enfermedades en el corazon. Aprender a lidiar sin la ausencia de alguien suele doler mas que tus propias batallas, mas que ese sentimiento que suele aparecer por las noches causando ansiedad, de miedo a sentir que olvidaras algún día todo de el.

Mientras que el cielo nos recuerda lo brillante que es la luz del universo. Un dia me dolia el corazon, mama me llevo al medico y el dijo que no era nada, un simple dolor mental que se le llama Ansiedad pero yo preferí idealizarle hasta el grado de convertirla en un vacío que nadie podrá llenar por que no eres tu. Un dia me dio por llorar, nacho solo se quedo ronroneando en mi mejilla para ponerme feliz pero era inútil, no había nada que hacer cuando entendí que no volverías a casa a tomar te para los tres. Por que los atardeceres también sanan y el cielo suspira una vez mas, el dice que avance con mis cicatrices rositas como el, que avance a través de aquellas sequias canalizando esa inevitable decepción dándole una vuelta al arte. Rompiendo moldes, creando, pensando y lo mas importante, mantenerte con vida a tu propio ritmo.