Contando Estrellas
El viento rozaba su cara suavemente intentando apaciguar las gruesas lágrimas que rodaban aun sin parar por sus rosadas mejillas, mientras ella seguía inmóvil como si la hubiesen petrificado por años, como si su alma hubiese ido a otro planeta, callada en plena quietud, sentada sobre el mismo columpio al que venía de...