-Enamorarme de ti fue como aprender a surfear, al principio tenia miedo y no queria hacerlo, pero despues fue rápido y disfrutaba haciendolo. -A todo le tienes que sacar la palabra surf? -Claro, es mi mayor adicción, pero siempre despues de ti. ♥

Ya a pasado un año y todavia no me e dignado a hablarle, puede que sea por vergüenza o por simple orgullo, no lo se, pero sigo teniendo las mismas mariposas que el primer dia. Mis amigas me siguen diciendo que me olvide, que no puedo estar detras de un tio tanto tiempo, y menos sin hablar con el, pero tengo el presentimiento de que tarde o temprano terminara fijandose en mi, eso si, tengo que buscar cualquier excusa para hablar con el.

No soy más que un chico de 15 años llamado Eddy que aún tiene una pequeña herida cicatrizando en el corazón por ese juego llamado amor, sigo colado por esa persona que hoy ya no está a mi lado, Vicky...Mi pequeña Vicky.

Rosa, una niña de 15 años, persigue un gran sueño, cuyo sueño es ser una gran estrella de las pasarelas como lo fue su difunta abuela. Esto le va a costar mucho esfuerzo, pero solo ella, sin ayuda de nadie, lo debe conseguir... ¿Lo conseguirá?

-Entonces, ¿esto es un adios no? -Podria decirse así, pero tengo el presentimiento de que esto no será un adiós sino un hasta luego. El siempre hablaba con voz tranquila, como si no pasara nada, pero esta vez era diferente, como si tuviera un nudo en la garganta y no supiera las palabras exactas que decir. -Prometeme que nunca te olvidaras de mi. -Yo solo te lo prometo si tu me lo prometes, pero por si acaso toma esto, así sera mas seguro que no lo hagas. Se metio una mano en el bolsillo y saco una pulsera de hilo con pequeñas piedras celestes. -Con esto será imposible hacerlo, pero con la memoria que tienes no puedo confiar en que tu hagas lo mismo. Alex alargo su brazo, se quitó una pulsera negra con una A en el centro y se la entregó. -No tienes ni idea de lo que te voy a echar de menos Alex Johnson. -Creo que si tengo idea, porque yo te voy a echar de menos un poco más de lo que tu a mi, Shawn Mendes. Entonces se dieron un abrazo, tipico de niños de 13 años