Ella siempre brillo con luz propia, aun bailando en las tinieblas del mal. Así era Claudia, era ese fuego travieso que te iluminaba con su mirada, eran las ganas de cometer cualquier locura con euforia, la deseabas simplemente al verla tan apetitosa, ella siempre siendo una líder, mi Claudia... Le aseguraba que no siempre conseguiría lo que ella quisiese, y ella reía maliciosamente cuando recordaba esa frase, Claudia hacia realidad todo lo que deseaba. Era mala, pero la maldad no la consumía, ella conquistaba el mal, mi historia es demasiado aburrida para contar, por eso, narrare la de Claudia. Aquella que nunca descifre su magnificencia, contenía una mente macabra y un corazón extraño, a la que aun recuerdo en mi día a día y la veo en él más allá, seduciendo a cual demonio quisiese. Teniendo a Lucifer a sus pies. 100 visitas. 27/11/21