la herejía de Dorn
Eiladanath estaba muriéndo; envenenado y devastado por la Guardia de la muerte No debería haber sido así. El Vidente había estado en este planeta desde su nacimiento, llenando esta bola de roca con vida. Había observado cómo el mundo virgen de Eiladanath maduraba a lo largo de milenios hasta convertirse en un verde p...