Silidh Laidir personaje original creado para esta historia Silidh es amiga de infancia de Liam , ella siempre estuvo enamorada de él Ambos presencian la ejecución de sus padres y terminan siendo marcados, son separados y reubicados en diferentes lugares para luego ser enviados al cuadrantes de jinetes para que así los dragones se encarguen de eliminarlos.

Kailysia se encontraba atrapada en un laberinto de sombras y secretos, donde una voz misteriosa la llamaba desde la oscuridad. No reconocia la habitacion en la que se encontraba, pero gracias unas rendijas de luz que se filtraban desde alguna parte, podia divisar unos muebles casi invisibles en una esquina. A medida que escuchaba la voz, se sentía atraída a un espacio, situado justo ahi donde se hallaba un gastado librero. Sin apartar la vista, se acercó a aquel lugar, y vio que parecia formarse algo ahi. Casi sin un ápice de temor mantuvo su impetud y miró atentamente lo que estaba a punto de revelarse.- una puerta- dijo y en un segundo, como si su mente se olvidara de lo que era no sentir miedo, el terror empezó a invadirla. Es como si estuviera a punto de recordar algo, que habia olvidado hace mucho mucho tiempo. Luego, como si de un guión se tratase, la voz empezó a tararear una melodía. Kailysia intento mantener la calma, pero su cuerpo no parecia hacerle caso y comenzo a temblar. Algo en su memoria queria salir, pero lo unico que obtuvo fue un dolor insoportable. - Esa música, por favor, detenla. - Rogó a las sombras que se arremolinaban sobre su cabeza, y la voz dejo de escucharse. Aquella melodia causante de su arrebato parecia estar conectada a su pasado y a su destino, que pronto la llevaría al borde de un abismo sublime e irreal. Algo que va más allá de su conocimiento. Han pasado un par de dias de aquello, pero Kailysia se rehusó a levantarse, sumiendose en un sueño mas profundo cada vez. Sin embargo aquella noche algo cambió. - Que es esto? - se dijo mientras sentia algo que se infiltraba en su cuerpo y en su mente. Imágenes renacidas de la oscuridad, algo quemandose, gritos desgarradores y un dolor inimaginable la invadia. Luego de un par de horas de aparente agonia un tatuaje en su mano, empezaba a formarse que se extendió desde su palma hasta su muñeca. Aquella voz pronuncia advertencia. -Ten cuidado con los sueños.