Soy_Ahava
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¿Qué es un serafín?
Antes de adentrarnos en el origen de Ahava, hagamos una pausa para comprender qué son los serafines.
Son seres alados que alaban a Dios sin cesar, proclamando:
"Santo, santo, santo es el Señor de los Ejércitos."
Seres de alto rango celestial, dotados de tres pares de alas y ojos que cubren sus plumas. Son conocidos por el ardor con el que aman todo lo divino y por la pureza de su ser.
También se les llama:
"Llamas ardientes", "Rayo de fuego del amor", "Músicos de las esferas".
Ellos regulan los movimientos del cielo, vibran con la música eterna y representan la frecuencia primordial del amor divino.
Bien, querido espectador,
Ahora que sabes lo que es un serafín, pasemos a lo esencial:
El origen de Ahava.
Escena de la Creación
En el silencio eterno antes del tiempo, Dios observó Su creación. Ya había dado forma a Miguel, Lucifer, Gabriel, Rafael, Uriel, Samael y otros grandes ángeles. Pero esta vez, deseaba algo distinto... algo más.
Entonces dijo:
-Crearé tres ángeles a mi servicio.
Un potestad, un serafín que también será ophanim, y un querubín.
Y con Su voz, dividió una parte de la nada.
De esa creación fragmentada, surgieron tres luces. Para Su sorpresa, dos de ellas eran femeninas.
La del medio, resplandeciente, irradiaba un poder especial. Su presencia transmitía equilibrio, armonía, paz... y sobre todo, amor.
Dios la miró con ternura y declaró:
-Tu nombre será Ahava.
(Que en hebreo significa "Amor").
Ella abrió los ojos.
Azules, profundos, como la eternidad.
Sus alas brillaban con una luz suave, y su voz -aún no pronunciada- vibraba en los planos más altos.
Así comenzó la historia del serafín que no solo cantaría a Dios, sino que se convertiría en una melodía viviente de Su amor.
Créditos a la portada: @pluma_celestial_23