Pretty Boy
Hari abrió los ojos. Ella estaba en su dormitorio, pero tampoco. Hari había aprendido a tener sueños lúcidos cuando era muy pequeña. Fue uno de los únicos escapes durante su infancia. Frente a ella, en un sofá, estaba sentado un Tom Riddle muy desnudo y muy sonrojado. Hari sonrió. Aquí, en el refugio y la comodidad de...