Estudiar y trabajar suele ser difícil, pero eso es porque no le añaden babosear por el vecino de enfrente. Ser canguro de un crío de seis años que sólo te amarga la existencia y siempre te contradice, también lo es. Dime tú cómo hago para poder centrarme en mi trabajo con el crío, sin que éste se de cuenta de que ando en los celajes y me escabullo de mis tareas por andar observando en silencio a semejante Dios del Olimpo.

Todos alguna vez hemos escuchado acerca de leyendas urbanas. Han estado presentes en la cultura durante mucho tiempo. Desde clásicas como la leyenda de Bloody Mary, el área 51... hasta más modernas como los mitos de Slenderman. Sin embargo, las leyendas urbanas nunca fueron mitos o historias para entretener las fantasías humanas. Eran advertencias. Advertencias de los peligros que acechan en el mundo. Advertencias acerca de cómo aún, el mundo es un lugar que no hemos explorado por completo... y qué en los rincones más inhóspitos, aún acechan peligros o misterios inexplicables, que van mucho más allá de la comprensión humana. Y John Maxwell, sin duda aprendió esa lección de la peor manera posible. Nota: Todos los personajes que aparezcan en este fanfic pertenecen a sus respectivos dueños. Este solo es un fanfic y no afecta de ninguna manera canónica a la línea de tiempo real de cualquier personaje presentado aquí. Portada (c) Chicaartista21

Sylena Hadden; una chica fría, jodidamente agresiva y con las ideas claras desde el minuto uno después de que su vida diera un giro de 180 grados por un tiroteo. Su vida era salir de fiesta, beber, pasar el día con sus chicos y su mejor amiga, y ver cómo un puñado de idiotas corrían por una gran cantidad de dinero. Pero lo que ella no sabía, es que bajo de esas carreras, había algo aterrador. Hasta que cambió, ya no estaba observando, su único propósito era pelear y matar, lo que fuera para mantener a sus amigos con vida, sobre todo, a él. Él, quien le hizo más fuerte cuando más lo necesitaba.