Durante más de un siglo, la Mafia ha gobernado desde las sombras, controlando el destino y comprando vidas con sangre y dinero. Sus nombres son susurrados con respeto y temor, pues su poder parece inquebrantable. Pero el Alto Tribunal no se detendrá. No cederá ante la corrupción ni se doblegará ante la opulencia del crimen. Lo que las Cuatro Casas no saben es que el juicio no traerá redención, sino tentación... y la muerte misma llamará a sus puertas. El yin y el yang son fuerzas opuestas pero complementarias, una danza eterna entre el orden y el caos. ¿Quién prevalecerá cuando el equilibrio se rompa?