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Hace mucho, mucho tiempo, en la tierra de Izumo, estaba por nacer una nueva deidad. Su nombre era Takeminakata-no-Kami, también conocida como Yasaka Kanako.
El método para crear a un dios era sencillo: como parte del ritual de descenso divino (kami-oroshi), se debía venerar durante todo un año a una hermosa joven como si ya fuera una diosa, y al final, hacer que ella misma se ofrendara completamente al dios, convirtiéndose en la divinidad en cuerpo y alma. Para tratar a la muchacha como una auténtica diosa, la gente hacía que un niño puro de ocho años, libre de toda impureza, sirviera como sacerdote y la acompañara durante todo el proceso.
Esta es la historia que recoge los recuerdos de ese año compartido entre aquella joven y el pequeño sacerdote.
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Nota: Kanako-sama es una deidad espiritual, lo que significa que existe un espíritu original que le dio forma. Esta historia trata sobre esa muchacha y el niño que fueron el origen.
Está planeado que concluya en tres partes. Además, por la diferencia de edad, se considera una historia tipo "onee-shota".