Lluvia y sol. Chocolate y menta. Multicolor y monocromía. Así son Floyd y Felix; dos amigos de la infancia que se reencuentran bajo las circunstancias menos esperadas y el día menos pensado. Pero lo que fue de una amistad ya no es más que recuerdos. Felix guarda un secreto y Floyd pronto descubre cuál es: «La lista de Deseos por cumplir antes de morir». Versión Wattpad.

Sinopsis: Día 1: Es un Idiota. Día 5: Sus fans me odian. Día 6: Han escrito fanfics sobre su odio hacia mí. Día 8: Están subastando un pañuelo sucio de él Día 12: Su fandom es como la mafia, pero mucho más cruel y mucho más peligrosa. Día 16: He tenido pesadillas, soy perseguida por fangirls enojadas. Día 18: ¿Cómo supieron eso? Día 21: Aparecen en todas partes, en la casa, la tienda, el estacionamiento, en el auto, en el baño, y no siempre vienen vestidas. Día 28: ¿En qué lio me he metido? "Cuando acepté ayudarlo jamás imaginé que estaba aceptando las llaves de las puertas del infierno"

La vida tiende a tratarte mal, pero el ser humano y todas esas malditas novelas optimistas te quieren convencer de que las cosas malas son para enseñarte algo: ser una persona feliz. Pero ¿qué cosa buena puedes sacar de una muerte? Nada más que desamparo. Es por eso que el pesimismo latente de Felix Frederick lo ha llevado a soltar más de alguna verdad en el grupo de apoyo que asistía. Ahora, por haber perturbado el orden en el sótano de la iglesia y frente a un respetado cura, tendrá que hacer servicio comunitario obligatorio durante 90 días. Para cualquier individuo el castigo dado por el juez es una suerte; para Felix es todo lo contrario. ¿Empatía? ¿Ayudar al prójimo? ¿Ocuparse del bien común? Esas son cosas que su amigo haría, no él. La última vez que decidió ayudar a una persona terminó perdiéndola, y todo lo que ella le enseñó está guardado en un cofre que no quiere abrir. Por otro lado, nada podría limpiar la mala reputación que los medios de comunicación le han dado con sus exageradas noticias. Todo mal... Sin embargo, no le queda de otra que aceptar esta penitencia, la cual sea, tal vez, lo que necesita para volver a abrir el cofre. Y si no puede hacerlo por sí solo, siempre estarán las estrafalarias aventuras en el servicio para ayudarlo.