El temor por no seguir siendo la mejor de la clase la persigue y la presión de sus padres no ayuda. Los gritos y las lágrimas se volvieron algo común en su vida cotidiana. Ella sufre por dentro y lo único que quiere es poder ser feliz y va a intentar conseguirlo ya sea con o sin su familia. Las personas que la aprecian van a intentar ayudarla a alcanzar su anhelada felicidad, pero eso puede salir o muy bien o muy mal.